Grand Est
"Petite France" Estrasburgo
Atravesado por el río Ill y sus numerosos canales, el barrio de la Petite France de Estrasburgo es un remanso de tranquilidad. El antiguo barrio pobre de la ciudad, antaño zona de trabajo y mala fama donde se alojaba a pacientes con enfermedades incurables, se ha convertido en la actualidad en un lugar predilecto para los amantes de los buenos restaurantes y las imágenes inolvidables. Casas con entramado de madera, puentes cubiertos y callejuelas medievales, ¡prepare su feed de Instagram !
Gustave Doré
Nacido en Estrasburgo en 1832, Gustave Doré, ilustrador y caricaturista precoz, dedicó sus primeros años como artista a dibujar su época, a veces con malicia, siempre con exactitud. Al yuxtaponer textos y dibujos, anunció el auge del cómic. Excelente realizador, a partir de 1961 ilustró los grandes textos de la literatura clásica, de Rabelais a Balzac, de Dante a Charles Perrault. Sus grabados son ahora famosos en todo el mundo.
Quiche Lorraine
Sin duda, la especialidad culinaria más popular de los franceses. Fácil de preparar, económica y sabrosa, hace las delicias de todos, grandes y pequeños, sobre todo de los más pequeños. Hoy como ayer, es un plato de convivencia que gusta compartir. Antes se cocinaba el "día del pan" para aprovechar el calor residual del horno. Hoy se encuentra en todas partes, todos los días y para todos los gustos, con o sin tocino, industrial o "casero".
Flanerías musicales
Amantes de la música, ¡venid a Reims en julio! Los grandes nombres internacionales de la música clásica y el jazz se darán cita en la "Ciudad de lo Sagrado". Cerca de 50 conciertos, desde los más íntimos a los más espectaculares, están programados antes del gran espectáculo final en el Parque de la Champaña. Más de 15.000 festivaleros se instalan con mantas, velas y cestas de picnic. Como despedida, un suntuoso castillo de fuegos artificiales incendia el cielo.
Museo Textil
Las fábricas reales fueron creadas por Colbert, célebre ministro de Luis XIV, y configuraron el paisaje económico de la Francia del siglo XVII. Símbolo del intervencionismo estatal, estas fábricas prefiguraron el auge de la industria francesa en el siglo XIX. En una época de nuevas crisis y (des)globalización, merece la pena visitar el museo textil del Parque de Wesserling, instalado en la antigua fábrica. Merece la pena visitar la gran sala de calderas.
