La mayor ciudad monástica de Europa, la abadía fue fundada en 1101. Más tarde debió su poder a los Plantagenet, dinastía de la que nacieron varios reyes de Inglaterra. Por ejemplo, Ricardo Corazón de Lyon, hijo de Enrique II y Leonor de Aquitania, cuyos restos están entronizados en el corazón de la iglesia abacial. Durante siete siglos, la abadía albergó a numerosos nobles de sangre real. Hasta la Revolución Francesa, que convirtió el edificio en prisión hasta 1963. Hoy es un centro de arte contemporáneo de renombre internacional. Más que una visita, una experiencia.